El cáncer
de cuello uterino (CCU) es una de las principales causas de muerte en mujeres a
nivel mundial, especialmente en países en vías de desarrollo. En España, la
tasa de mortalidad por cáncer cervical es relativamente baja, pero las
diferencias regionales son notables. Este cáncer está estrechamente relacionado
con la infección persistente por Virus
del Papiloma Humano (VPH), especialmente los tipos 16 y 18.
Los
factores que aumentan el riesgo de CCU incluyen:
- Inicio precoz de las relaciones sexuales.
- Alto número de parejas sexuales.
- Inmunodepresión y consumo de cigarrillos.
- La vacunación contra el VPH ha mostrado
ser eficaz en la prevención del cáncer cervical.
El
diagnóstico de CCU se confirma histológicamente a través de biopsias del cuello
uterino. El Papanicolaou (PAP)
es crucial para detectar células anormales, pero el diagnóstico definitivo
requiere biopsias de las lesiones sospechosas. Además, la evaluación del VPH es esencial para determinar la causa
de las lesiones.
Clasificación Histológica:
Existen dos
tipos histológicos principales de CCU:
- Carcinoma escamoso: El más frecuente, que se origina en la zona de transformación del
cuello uterino.
- Adenocarcinoma: Menos frecuente, asociado con estructuras glandulares.
Estadificación:
La estadificación
del cáncer cervical es fundamental para guiar el tratamiento y determinar el
pronóstico. Se utiliza el sistema TNM
(Tumor, Nódulos, Metástasis) junto con el sistema FIGO para clasificar el grado de
invasión del tumor.
Tratamiento:
El
tratamiento depende del estadio y de la extensión del cáncer. Los enfoques
incluyen:
- Tratamiento quirúrgico:
- Histerectomía radical: Extirpación del útero, cérvix, y tejido circundante.
- Traquelectomía: Extirpación del cuello uterino en mujeres que desean conservar
la fertilidad.
- Exenteración pélvica: En casos avanzados, con eliminación de órganos pélvicos
circundantes.
- Radioterapia:
- Radioterapia
externa (IMRT) y braquiterapia son fundamentales
para tratar el cáncer localmente avanzado. La radioterapia con dosis
modulada ayuda a minimizar el daño a los tejidos sanos.
- Quimioterapia:
- Se usa en etapas avanzadas
o en casos de recidiva, combinada con radioterapia.
- Linfadenectomía:
- En caso de afectación
ganglionar, es importante realizar una linfadenectomía pélvica
para evaluar la diseminación del cáncer.
Seguimiento:
El
seguimiento post-tratamiento incluye:
- Exámenes
clínicos periódicos.
- Pruebas de
imagen (RM y PET-TC) para evaluar recurrencias.
- El uso de biomarcadores como p16
ayuda en la identificación de lesiones preinvasivas y su posible
tratamiento.
Se concluye que el tratamiento multidisciplinario es clave para manejar el cáncer de cuello
uterino, con la cirugía, radioterapia y quimioterapia como pilares
fundamentales. La prevención primaria mediante la vacunación contra el VPH y el
cribado regular son cruciales para reducir la incidencia y mortalidad asociada
a esta enfermedad.
Este
documento ofrece una visión comprensiva sobre el manejo del cáncer de cuello
uterino, basándose en las últimas guías y consensos científicos para
proporcionar un tratamiento adecuado a las pacientes.
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