La enfermedad inflamatoria
pélvica (EPI) es una infección ascendente que afecta los
órganos reproductivos superiores femeninos, incluyendo el útero, las trompas de
Falopio y los ovarios. Es una causa significativa
de morbilidad ginecológica y se asocia con complicaciones como la infertilidad,
el embarazo ectópico y el dolor pélvico crónico. Aunque
tradicionalmente se ha asociado con infecciones de transmisión sexual (ITS)
como Chlamydia
trachomatis y Neisseria gonorrhoeae, se ha identificado que otros patógenos, como Mycoplasma genitalium y anaerobios, también desempeñan un papel importante en su
etiología.
El diagnóstico de EPI se basa
en la evaluación clínica, ya que no existen criterios diagnósticos definitivos. Se recomienda un umbral bajo para el tratamiento empírico en
mujeres jóvenes sexualmente activas con dolor abdominal bajo reciente, asociado
con sensibilidad cervical y anexial, siempre que se haya excluido el embarazo.
Las pruebas microbiológicas para Chlamydia trachomatis, Neisseria
gonorrhoeae y Mycoplasma genitalium son esenciales para identificar los patógenos causales y guiar
el tratamiento.
TRATAMIENTO:
-Tratamiento
Empírico
- Moxifloxacino: Se recomienda como terapia de primera línea, especialmente
en casos de DPI asociado con Mycoplasma
genitalium, debido a su eficacia y perfil
de seguridad.
-Tratamiento para Parejas Sexuales
- Doxiciclina: Se sugiere como tratamiento empírico para las parejas
masculinas de mujeres con DPI, con el fin de reducir la exposición a
antibióticos macrólidos, que se han asociado con un aumento de la
resistencia en Mycoplasma
genitalium.
-Consideraciones en el Uso de Dispositivos Intrauterinos (DIU)
- En mujeres con un DIU que desarrollan EPI,
se debe considerar la extracción del dispositivo, especialmente si los
síntomas son graves o si hay complicaciones como abscesos tubo-ováricos.
Para la evaluación
microbiológica se recomienda realizar pruebas de amplificación de ácidos
nucleicos (NAAT) para Chlamydia trachomatis
y Neisseria gonorrhoeae en
todas las mujeres con sospecha de EPI. Además,
se debe considerar la prueba para Mycoplasma
genitalium, especialmente en casos de
tratamiento recurrente o persistente.
Consideraciones
en la Imagenología: La resonancia magnética (RM) de la pelvis puede ser útil para excluir
diagnósticos diferenciales en casos complejos o cuando la evaluación clínica y
las pruebas microbiológicas no son concluyentes.
Se recomienda que el tratamiento debe iniciarse de manera empírica en
mujeres jóvenes sexualmente activas con síntomas compatibles, sin esperar los
resultados de las pruebas microbiológicas. Se debe realizar un seguimiento
adecuado para evaluar la respuesta al tratamiento y considerar la evaluación de
las parejas sexuales. Y la educación en salud sexual y la promoción del uso de
métodos anticonceptivos de barrera son fundamentales para prevenir la
recurrencia del EPI.
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