Aborda la
infección intraamniótica, también conocida como corioamnionitis, que es una
infección de los fluidos amnióticos, la placenta, las membranas fetales o la
decidua. Este tipo de infección es común en pacientes en trabajo de parto,
tanto a término como pretermino.
- Causas y Riesgos: La infección intraamniótica puede estar asociada con morbilidad
neonatal grave, como neumonía, meningitis, sepsis y muerte. Además, puede
causar complicaciones maternas importantes, como trabajo de parto
disfuncional, atonía uterina postparto, endometritis, peritonitis, sepsis
y síndrome de dificultad respiratoria.
- Diagnóstico: El diagnóstico se realiza principalmente a través de criterios
clínicos, como fiebre materna, leucocitosis, secreción cervical purulenta
o taquicardia fetal. En algunos casos, se puede confirmar con cultivos de
líquido amniótico o análisis histopatológico de la placenta.
- Manejo: El
manejo adecuado incluye la administración de antibióticos intraparto en
caso de sospecha o confirmación de la infección intraamniótica. No se
recomienda la cesárea solo por la presencia de esta infección. La
comunicación con el equipo neonatal es crucial para asegurar una
evaluación y tratamiento adecuado del recién nacido.
- Fiebre Materna Aislada: Se define como una temperatura entre 38°C y 38.9°C sin otros factores
de riesgo. En estos casos, se recomienda administrar antibióticos a menos
que se identifique otra fuente de infección.
- Antibióticos Postparto: Si se administran antibióticos intraparto, no se recomienda
continuar con ellos de manera automática después del parto, a menos que
existan factores de riesgo adicionales, como fiebre persistente o
bacteriemia.
En resumen,
el artículo resalta la importancia de un manejo oportuno de la infección
intraamniótica para reducir la morbilidad y mortalidad tanto materna como
neonatal. La administración adecuada de antibióticos y la comunicación efectiva
con el equipo neonatal son fundamentales.
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