La atención materno-infantil ha experimentado
importantes avances en los últimos años gracias a la digitalización y
estandarización de la información clínica. En este contexto, el Sistema Informático
Perinatal (SIP) surge como una herramienta clave para
mejorar el seguimiento y la calidad de la atención durante el embarazo, el
parto y el puerperio. Su principal objetivo es optimizar la recopilación, el
almacenamiento y el análisis de los datos materno-fetales, facilitando el
trabajo de los profesionales de salud y permitiendo una mejor toma de
decisiones en el ámbito obstétrico y neonatal.
Uno de los principales
componentes del SIP es la Historia Clínica Perinatal (HCP), un documento diseñado para
estructurar de manera detallada y uniforme la información relevante del
embarazo. Esta historia clínica permite registrar desde los antecedentes
médicos de la gestante hasta la evolución del parto y el estado del recién
nacido, asegurando un control integral de la madre y el bebé.
Desde el inicio del
embarazo, la HCP recopila los datos generales de la madre, incluyendo su edad, antecedentes
familiares, condiciones médicas preexistentes y embarazos previos. También
documenta los factores de riesgo obstétricos, como la presencia de
hipertensión, diabetes gestacional o antecedentes de parto prematuro, lo que
permite una vigilancia más precisa de posibles complicaciones.
Durante el control
prenatal, el SIP facilita el seguimiento de la evolución del embarazo,
permitiendo registrar los controles médicos periódicos, las mediciones del
crecimiento fetal, los exámenes de laboratorio y las ecografías realizadas. La
detección temprana de anomalías o factores de riesgo es crucial para intervenir
a tiempo y garantizar un adecuado desarrollo del feto.
Cuando la gestante ingresa
a la sala de parto, la HCP se convierte en una herramienta fundamental para
documentar la evolución del trabajo de parto. Se registran parámetros como la
frecuencia e intensidad de las contracciones, la dilatación cervical y el
descenso fetal, información que se monitorea a través del partograma, un gráfico que permite visualizar la
progresión del parto y detectar posibles desviaciones que puedan requerir
intervención médica. Si se presentan complicaciones, como una distocia de
hombros o sufrimiento fetal agudo, la historia clínica permite tomar decisiones
oportunas, ya sea para aplicar maniobras obstétricas, administrar fármacos o
indicar una cesárea.
Una vez producido el
nacimiento, el SIP documenta el estado del recién nacido, incluyendo su puntaje de Apgar, peso, talla, perímetro cefálico y
cualquier anomalía congénita identificada. También se registran los cuidados
neonatales inmediatos, como la administración de vitamina K, la profilaxis
ocular y el inicio de la lactancia materna. La continuidad de la atención en el puerperio es
otra fase clave dentro de la historia clínica, ya que se monitorea la
recuperación materna, el estado emocional de la madre, la evolución de la
lactancia y la planificación familiar.
El Sistema Informático
Perinatal no solo tiene un impacto en la atención
individual de cada paciente, sino que también representa una herramienta
valiosa para la gestión hospitalaria
y la vigilancia epidemiológica. Permite generar reportes estadísticos sobre la incidencia de
complicaciones obstétricas, la mortalidad perinatal, las tasas de cesárea y
otros indicadores clave para la planificación en salud materno-infantil.
Además, su integración con otros sistemas de información en salud pública
facilita la identificación de tendencias y la implementación de estrategias de
prevención.
En términos de
beneficios, el SIP contribuye significativamente a la mejora de la calidad de la atención materno-infantil, asegurando un seguimiento continuo y
estandarizado de las gestantes y los recién nacidos. Su uso ha permitido
reducir la incidencia de errores en la documentación clínica, mejorar la
comunicación entre los distintos niveles de atención y fortalecer la seguridad
del paciente a través de alertas y protocolos basados en evidencia.
En conclusión, la
implementación del Sistema Informático Perinatal y la Historia
Clínica Perinatal representa
un avance fundamental en la modernización de la atención obstétrica y neonatal.
Su capacidad para recopilar, analizar y utilizar datos en tiempo real no solo
optimiza la gestión hospitalaria, sino que también impacta positivamente en la
salud de madres y recién nacidos, permitiendo una atención más segura,
eficiente y basada en estándares de calidad.
Fescina RH, De Mucio B, Martínez G, Díaz Rossello JL, Durán P, Serruya S, et al. Sistema Informático Perinatal (SIP): historia clínica perinatal: instrucciones de llenado y definición de términos. Montevideo: CLAP/SMR; 2011.
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